De las Bendiciones a las Maldiciones

Las bendiciones son como las maldiciones y viceversa, ¿quién no conoce a alguien que se la pasa todo el día con el Jesús en la boca?, al poco tiempo de conocerlo cualquier bendición que salga de sus labios pierde por completo su significado, igual sucede con las maldiciones, desafortunadamente este es el caso más común y es que en la cultura del mal gusto en el que vivimos ya es por demás común escuchar en hombres, mujeres y niños las más vulgares expresiones.

Escuchar un ‘chinga tu madre’ pasó de ser el insulto más indignante a una expresión coloquial, incluso hasta obligada. Ese fue mi caso este día, para quienes me conozcan soy una persona muy tranquila, para los que me conozcan un poquito mejor sabrán que el dicho que dice ‘las aguas quietas corren profundas’ se aplica mejor a mi persona.

Soy un ser poco religioso a pesar de que en mi infancia mi cercanía con la iglesia hacía que todos pensaran que terminaría de padrecito, de no ser por aquel sacerdote de la Catedral del Sagrado Corazón que en mi adolescencia sentenció ‘sí el obispo se entera de ese partido que anda apoyando es capaz de excomulgarlo’… santo remedio, me curé de mi beato porvenir y me definí como renegado izquierdoso.

El día de hoy se eligió al dirigente estatal del Movimiento Regeneración Nacional en Tamaulipas, me dirigía en camino de la sede del congreso estatal –mitad por interés, mitad por simpatía ideológica- tras enviar vía correo electrónico mis tres notas del día a la redacción de Últimas Noticias, caminaba pues apresurado por la calle Matamoros entre 12 y 13 de Ciudad Victoria cuando me suena el teléfono celular, era mi esposa Graciela para avisarme que se encontraba en camino luego de recibir en el aeropuerto Pedro José Méndez al ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador quién clausuraría el evento y tomaría protesta al nuevo Comité Ejecutivo Estatal.

Tras una rápida explicación recibo la noticia, don Laurencio García García –amigo y luchador en el conflicto poselectoral del pasado primero de julio- acaba de ser nombrado dirigente de MORENA en el estado, pues bien, como he dicho es poco habitual en mí expresarme con locuciones religiosas de tal modo que no pude evitar un ‘bendito sea Dios’ para manifestar mis complacencias. El estrés de toda la mañana y el no poder dormir la noche anterior por fin tuvieron su sosiego al saber que el destino de MORENA en mi estado descansará en las manos de un buen amigo.

Enhorabuena don Laurencio, estamos para lo que se necesite.