domingo, 2 de febrero de 2014

Hacen falta seminaristas: Obispo de Ciudad Victoria


Por Alejandro Echartea

El obispo Antonio González Sánchez consideró que si bien en los 18 años que lleva al frente de la diócesis de Ciudad Victoria el número de seminaristas surgidos de la localidad se ha ido manteniendo, en realidad “hace falta más gente”.

“El día de hoy se celebra el Día de la Vida Consagrada, pero de hecho en la mayoría de las parroquias se está haciendo oración casi todo el año -tanto por vocaciones sacerdotales como por las educaciones religiosas femeninas-, pero sí es algo que estamos organizando casi todo el año”, indicó en alusión a la invitación de los jóvenes para que se integren a la vida religiosa.

“Desde que yo estoy aquí la verdad siempre han sido pocos los jóvenes que entran al seminario, cada año están entrando cinco, están entrando siete, están entrando diez… es más o menos el número que se ha mantenido desde que yo llegué”, y resaltó: “obviamente que se necesitan más vocaciones pero bueno, más o menos es el promedio que entra cada año”.

Antonio González Sánchez,
obispo de la diócesis de Ciudad Victoria
Indicó que para dedicarse a la vida religiosa tanto los jóvenes como sacerdotes y las jovencitas como religiosas, lo que se necesita es tener la vocación de servicio y haber recibido el llamado de Dios, asimismo indicó que todas las parroquias de la diócesis cuentan con al menos un sacerdote pero que a veces a cada parroquia le corresponden varias capillas y es en esta situación que no se puede cubrir al cien por ciento la totalidad.

En este sentido mencionó que en municipios como Tula y Soto la Marina solamente se cuenta con dos sacerdotes para cada uno de estos, “después de Victoria, Tula y Soto la Marina son los municipios más grandes y cada uno está atendido por dos sacerdotes”.

Finalmente comentó: “yo cuando tengo una oportunidad de hablar con jóvenes siempre les hago esta invitación a que se pongan delante de Jesucristo –sea una imagen, sea el Sagrario- y que se pregunten delante de él ‘¿y por qué no ser sacerdotes?’”.

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