Los árboles se mecen con suavidad ante el cálido viento de primavera, las aves cantan y saltan de rama en rama a la caza de algún insecto, otras más levantan el vuelo con alguna yerba en el pico con la cual construirán su nido entre la paz y tranquilidad que ahí impera, abajo, entre las veredas, corren los atletas, caminan los ancianos y en recipientes de plástico llenos con agua deambulan jóvenes buscando un árbol que regar, así es el ‘Bosque Urbano’ de Ciudad Victoria.
En la parte trasera del ‘Parque Recreativo Cultural Siglo XXI’ se encuentra un área de 2 kilómetros de circunferencia en donde se da abrigo a esta iniciativa ciudadana que en octubre próximo cumplirá sus primeros 12 años de existencia, “han pasado tantas cosas, han pasado tantos incendios, gente que quería hacer cosas acá, robo de llaves, de mangueras –eso en sentido negativo-, en el sentido positivo ha habido una gran cantidad de personas que se han ido sumando, se han ido integrando, se ha formado una red de gente que muchas veces ni conocemos y que de una u otra manera nos están apoyando”, comenta con su peculiar acento la socióloga Teresa Baeza Condori.
El ‘Bosque Urbano’ es una iniciativa ciudadana surgida de la ONG ‘Tonatzin Tlalli, Venerable Madre Tierra’ el mes de octubre del 2002, “cuando iniciamos invitábamos a gente de la Comapa, de la Universidad, Agrónomos, de la Semarnat para que nos explicaran, queríamos aprender y saber de qué trata el tema ambiental hasta que nos dimos cuenta que el tema que teníamos que tocar es el de la educación a través de acciones”.
“Aquí vienen mamás con niños chiquitos, que los niños despiertan a la mamá con ‘a qué hora nos vamos a regar los arbolitos’ y la idea es esa, que hemos ido descubriendo nuevas amistades a través del trabajo voluntario, jóvenes que vienen y vuelven a venir”, comentó mientras un grupo de voluntarios riega los árboles en aquel rincón escondido de la ciudad.
La ecologista agregó que más que plantar por plantar lo que se le pide a los voluntarios es que ‘adopten’ un árbol y procuren cuidarlo por lo menos una vez a la semana, “plantar es rápido, plantar es muy lindo, nos tomamos unas fotos, la pasamos bien pero lo más importante es cuidar y eso requiere de constancia, que sea todos los días o con cierta cotidianeidad”, aclaró.
En este lugar se realizan diversas actividades periódicamente como clases de dibujo para los más pequeños, conciertos con saxofón, guitarra y violín al aire libre, cursos-taller sobre siembra y cuidado de plantas y de ecología.
Para maximizar las capacidades de la organización de los voluntarios y para dar un mayor cuidado al ‘Bosque Urbano’ es que se recibió el año pasado una inversión por parte del Gobierno del Estado a través de la SEDUMA para crear nueva infraestructura.
Para maximizar las capacidades de la organización de los voluntarios y para dar un mayor cuidado al ‘Bosque Urbano’ es que se recibió el año pasado una inversión por parte del Gobierno del Estado a través de la SEDUMA para crear nueva infraestructura.
Tonantzin Tlalli inició el 10 de mayo del 2001 como fundación con fines ecologistas y de ahí a la fecha ha colaborado y liderado proyectos como:
“Nuestro trabajo voluntario y con mucho cariño ha sido para hacer una educación ambiental a través de acciones por los niños de Ciudad Victoria para hacer un bosque que será fábrica de agua y fábrica de oxigeno, un lugar para hacer educación lúdica para personas de todas las edades”, finalizó Tere Baeza.
- Bosque Urbano en Cd. Victoria, como espacio de educación lúdico
- Plantar y cuidar 20,000 árboles en Tamaulipas durante el año 2007
- Educación Ambiental a Través del Arte
- Programa de manejo de desechos: reducir-reciclar- reutilizar
- Campaña en los medios para cuidar los recursos naturales
En el bosque es posible hallar olivos, ébanos, san pedros, mezquites, moras, eucaliptos y una gran variedad de yerbas y flores así como conejos, zorrillos, serpientes, tlacuaches, lagartijas y aves, “algunos de los proyectos por ejemplo son un estanque para retener el agua de lluvia, senderos, arreglo de algunas palapas, arreglo de la malla ciclónica que rodea al bosque, otras llaves, etcétera”.
“Nuestro trabajo voluntario y con mucho cariño ha sido para hacer una educación ambiental a través de acciones por los niños de Ciudad Victoria para hacer un bosque que será fábrica de agua y fábrica de oxigeno, un lugar para hacer educación lúdica para personas de todas las edades”, finalizó Tere Baeza.
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