Por Alejandro Echartea
El obispo de la diócesis de Ciudad Victoria, Antonio González
Sánchez, consideró que muchos feligreses acuden cada domingo a misa de manera mecánica,
por costumbre, y que es por esto que ya no participan de los ritos católicos
durante esta celebración.
Señaló que el llamado que hizo a la feligresía durante esta
celebración fue debido a que “mucha gente viene a misa por costumbre, por
tradición de manera mecánica, viene a cumplir –a checar tarjeta- y con eso se
conforma”.
Comentó que ya ha hecho un llamado a las catequistas para
que preparen a los niños para lo que significa el rito de la misa y no
solamente para que hagan su primera comunión, asimismo, apuntó que ha hecho el
mismo llamado a sus sacerdotes para que hagan estas observaciones a sus
feligreses durante la celebración de la misa.
“Yo creo que sí va a ser un poco recurrente, ya les he dicho
a ellos –a los sacerdotes-, ya que lo hagan o no lo hagan no depende de mí pero
si se les ha hecho el llamado”.
Finalmente recordó que en algunas parroquias de la diócesis ya
se están organizando brigadas de ‘Celebradores de la Palabra’ para que visiten casa
por casa entregando el mensaje de la iglesia católica, algo similar a lo que
realizan desde hace tiempo algunas religiones cristianas; en Ciudad Victoria la
parroquia del Santuario de la Virgen de Guadalupe y la parroquia del municipio
de Abasolo ya trabajan de esta manera.
El Mensaje Dominical
Este domingo en su homilía el obispo de Ciudad Victoria, Antonio
González Sánchez, citó el capítulo 18 del evangelio según san Mateo de los versículos
21 al 35:
“En aquel tiempo Pedro se acercó a Jesús y le preguntó ‘sí mi hermano
aun me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?’. Jesús
le contestó ‘No solo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete’,
entonces Jesús les dijo: ‘el Reino de los Cielos es semejante a un rey quién
quiso ajustar las cuentas con sus servidores, el primero que le presentaron le
debía muchos millones, como no tenía con que pagar el señor mandó que lo
vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones para saldar la
deuda. El servidor arrojándose a sus pies diciéndole: ten paciencia conmigo y
te lo pagaré pronto. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le
perdonó la deuda. Pero apenas iba saliendo aquel servidor se encontró con uno
de sus compañeros que le debía poco dinero, entonces lo agarró por el cuello y
casi lo estrangulaba mientras decía: Págame lo que me debes. El compañero se
arrodilló y rogaba: Ten compasión conmigo y te lo pagaré todo. Pero el otro no
quiso escucharlo sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la
deuda. Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a
contar al rey lo ocurrido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ¡Siervo
malvado! Te perdoné todo aquello, toda aquella deuda porque me lo suplicaste,
¿no debiste también haber tenido compasión de tu compañero como yo tuve
compasión de ti? Y el señor encolerizado lo entregó a los verdugos para que lo
encerraran hasta que pagara lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre
celestial con ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su hermano’,
palabra del Señor”.
Antonio González Sánchez, obispo de la diócesis de Ciudad Victoria |
Tenemos que entender, destaca el líder de la iglesia católica en Ciudad Victoria, que tenemos que reflexionar que el mandamiento central del evangelio es el amor al prójimo, “El que dice que ama a Dios y no ama a su hermano es un mentiroso”. Jesús nos invita a perdonar, destaca el obispo, y un signo de que amo a mi prójimo es que sé perdonar.
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