Marco Antonio Turrubiates Hernández, tercera generación de una familia de bomberos, 24 años de servicio |
Por Alejandro Echartea
Con casi ya 24 años de servicio en el Honorable Cuerpo de Bomberos, Marco
Antonio Turrubiates Hernández es la tercera generación de una familia de apagafuegos
y quien este día fue celebrado junto a sus demás compañeros en la Delegación de
Protección Civil Municipal y Bomberos de la colonia 20 de Noviembre al
conmemorarse hoy el Día del Bombero.
“Venimos de una familia… soy la tercera generación de bomberos,
mi padre fue comandante de bomberos y posteriormente yo me quedé en su lugar
pero empezamos de ceros… ahorita sí que hemos logrado mucho”.
“Hemos tenido muchos cambios en todos los años que hemos
pasado por aquí y sí, sí hemos avanzado mucho”, reiteró el veterano
apagafuegos.
“Nos nace ser bomberos, yo creo que el principal sueño de un
niño es ser bombero, yo creo que todos tenemos ese sueño de cuando somos niños -ser
un bombero-, pero no a todos se nos da esa realidad”, consideró que salvar a
las personas y salvaguardar sus bienes es el principal reto para un bombero, no
obstante, “a veces no pensamos en nuestra familia, pensamos en los demás, en
las personas que están en emergencia en ese momento”.
Aunque no pudo recordar alguna anécdota en especial en sus
24 años al servicio en el H. Cuerpo de Bomberos de Ciudad Victoria mencionó,
como memorable, el fallecimiento de un compañero al acudir a un llamado en
cumplimiento de su deber, “a consecuencia de que una persona iba manejando su
camioneta y no cedió el paso al momento de que iba la pipa –llevaba 10 mil
litros de agua-, al momento de que quiso salir se volteó la pipa y le destrozó
el cuerpo a mi compañero”, comenta con cierto sentimiento.
En este sentido Marco Antonio Turrubiates pidió a la
ciudadanía más respeto para su profesión y ceder el paso al escuchar el sonido
de las sirenas de los camiones de los bomberos, ambulancias o patrullas para
evitar así accidentes.
Del mismo modo pidió más seriedad con el trabajo que realiza
ya que por una falsa alarma se puede perder la vida, “la ciudadanía a veces no
tiene eso en mente, que por una falsa alarma puede perder a lo mejor cinco
bomberos por un accidente”.
En materia de recursos físicos como herramientas de trabajo, implementos o vehículos, comentó que se debe de buscar el mecanismo para adquirir lo que aún hace falta para ayudarles a hacer más seguro su peligroso trabajo.
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