*- …y los cabrones se sintieron aludidos
A unos días para la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en México se abre un nuevo frente desde la llamada «fachósfera», o «iberósfera» según clama el líder del partido ultraderechista español Vox, Santiago Abascal Conde, el cual cuenta con el respaldo de masiosares de este lado del Atlántico.
Sobre el comunicado del 24 de septiembre del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España. pic.twitter.com/K1rFImrO4p
— Dra. Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) September 25, 2024
Todo porque en su invitación a líderes de Estado la primera presidenta mexicana no invitó a Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia, mejor conocido en los bajos fondos de la Derecha internacional como «Felipe VI» o «Rey de España».
Sheinbaum Pardo aclara en una carta del 25 de setiembre que: «El gobierno de España ha decidido no participar en la Ceremonia de Transmisión del Poder Ejecutivo Federal el próximo 1° de octubre. En el mes de julio pasado, se envió una nota diplomática, por medio de la cual se invitó al presidente de su gobierno, Sr. Pedro Sánchez Castrejón a asistir a dicha ceremonia. Hace un par de días me llamó y conversamos sobre el particular».
En pocas palabras Pedro Sánchez, representante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y gracias a una coalición con partidos de izquierda titular del Gobierno de España, tampoco vendrá a la toma de posesión. PSOE y el Partido Popular (PP), de Derecha este último, los dos partidos más importantes en la península ibérica acordaron repudiar la exclusión de su rey a la toma de investidura.
No obstante fuerzas políticas de la Izquierda española como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Podemos, EH Bildu y Sumar, aplaudieron la decisión de Claudia Sheinbaum de no invitar al hijo de Juan Carlos de Borbón y Borbón, alias el «rey emérito», y quien además es investigado por sendos casos de corrupción.
«Hay una frase que dicen los mexicanos sobre todo en el día de su independencia, en canciones y discos y hoy la parafraseo yo», comentó al respecto Gabriel Rufián, diputado catalán por ERC, «¡Viva México cabrones!».
De este lado del charco la rancia nobleza criolla también puso el grito en el cielo en socorro de su anhelado rey, Javier Lozano Alarcón marques de «Saco de Pus» publicó en Twitter: «Como ciudadano mexicano, me siento profundamente avergonzado por esta inexplicable y torpe descortesía a la Corona y pueblo españoles», antes el rey que su pueblo, comentario de quien transcribe, «No compartimos el “criterio” del nuevo gobierno mexicano. Están lejos de ser auténticos hombres y mujeres de Estado».
Ya sabrá, figuras y figurines, y medios de Oposición, replicaron el sentir a través de sus respectivas cloacas, perdón, «trincheras».
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en la Mañanera de este día, la antepenúltima de su mandato, apoyar la decisión de su sucesora en no invitar al rey de una parte de España a su toma de posesión.
«Es importante también aclarar que estas diferencias con el gobierno de España no se tienen con el pueblo español. Estamos hablando de diferencias con la monarquía española, a la que se le solicitó, se le pidió de manera respetuosa que ofrecieran una disculpa a los pueblos originarios, a los pueblos indígenas de México por las atrocidades cometidas durante la invasión europea a nuestro país y no hubo respuesta».
Agrega: «Y no solo no hubo respuesta, sino que filtraron la carta y desataron toda una campaña en contra de nosotros, del Gobierno de México, y actuaron con mucha prepotencia, nunca contestaron una carta respetuosa y formal».
El capítulo es además citado por Sheinbaum Pardo en su carta donde recuerda que, en 2019, primero de marzo para mayor precisión, el presidente López Obrador envió una carta a Felipe VI para solicitarle reconocer los agravios causados a los pueblos americanos originarios durante el proceso colonizador.
Pero el último de los Borbones, al menos en el trono español, nunca contestó, no por la vía diplomática sino filtrando extractos de la carta a medios de comunicación afines y mediante un comunicado de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. De este lado del hemisferio también hubo quiénes se rasgaron las vestiduras por la carta de un mandatario elegido democráticamente al hijo del rey impuesto por el dictador Francisco Franco.
«Nada que celebrar», dijeron semanas atrás los empleados del Poder Judicial luego de que Estados, Senado de la República, Cámara de Diputados y más de 36 millones de mexicanas y mexicanos decidimos reformar la Constitución e iniciar un proceso de limpieza en el Poder Judicial; además se decidió construir un «segundo piso» a la 4T dándole el voto a Claudia Sheinbaum y a la mayoría de los gobiernos estatales y municipales en todo el país. Más claro no se puede decir, aun así, hay quienes siguen sin entender.
La negativa a la invitación al Felipe «el seis» y la negativa del Gobierno español de asistir a la investidura de la primera presidenta mexicana, y la rabia de la Derecha colonizada mexicana, se dan a unas semanas del fervor patrio del 15 de setiembre ¿Cómo pueden gritar «¡Viva México!» y a la vez añorar el regreso de la colonia?
Cabe recordar que este viernes 27 de setiembre se cumplen 203 años de la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México con lo que, el 28 de ese mes, dio inicio (ahora sí) la Independencia de México, la cual todavía costó muchos años más, intervenciones extranjeras y el amago de «notables» conservadores quienes (en 1864) buscaron a un príncipe europeo para que dirigiera los destinos de este país. A Maximiliano de Habsburgo no le fue muy bien que digamos en esa aventura.
ACTUALIZACIÓN
Diputados y representantes de Podemos, el Bloque Nacionalista Galego (BNG), Sumar y EH Bildu confirmaron su asistencia a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum este primero de octubre, a la par que criticaron la decisión del Gobierno encabezado por Pedro Sánchez de no asistir en "solidaridad" con Felipe VI.
REPÚBLICA. La decisión de excluir a Felipe de Borbón y Grecia de la investidura de Claudia Sheinbaum es congruente con la línea democrática, republicana y nacionalista de la 4T ¡Bien por ello!
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